Resumen Capítulo II "Yo Argumento"
Padilla Constanza; Douglas Silvina; López Esther; “Capitulo 1”; en Yo Argumento; Córdoba; Editorial Comunicarte; 2011; PP 19-34
RESUMEN CAPITULO I
¿Argumentar? ¿Cuándo? ¿Por qué?
¿Para qué? ¿Cómo?
La capacidad de
argumentar nos caracteriza como seres racionales. Desde el momento en que
conseguimos dar razones explícitas de
nuestras afirmaciones a los otros, iniciamos el camino de la razón dialógica.
que va a atravesarnos durante toda nuestra vida, a menos que intencionalmente
nos aislemos y nos encerremos en nuestros monólogos. Pero aún así, no podremos
anular a los interlocutores virtuales (los otros, nuestro alter ego...).
En toda situación argumentativa, no sólo importa aquello sobre lo cual
se argumenta (objeto de discusión) sino también quiénes argumentan (interlocutores),
con qué intenciones y en qué contextos lo hacen.
1.1
APORTES DE LA FILOSOFÍA: GRADOS DE CONVERGENCIA CRÍTICA
Ricardo Maliandi atendiendo a su
propuesta de una ética convergente, habla de razón dialógica, partiendo del
supuesto de que razonar implica dialogar, que involucra dos funciones básicas;
.Fundamentación: capacidad de dar “razones”.
.Crítica: conciencia de los límites de las
“propias razones” y apertura hacia “otras razones".
La dimensión esencialmente
dialógica de la razón pone en manifiesto
el concepto de conflictividad, en tensión constante con el concepto de
consenso. Esto le permite plantear tres posturas distintas:
•Postura
estratégica:
Una perspectiva egocéntrica consciente. La argumentación es persuasiva,
retórica y apunta a forzar la opinión del destinatario, imponer su propio punto
de vista o refutar el contrario.
•
Postura comunicativa divergente: Con subsistencia del egocentrismo, la argumentación tiende
a la resolución del desacuerdo, el acuerdo favorecerá la opinión propia y no la
del oponente.
•
Postura comunicativa convergente: En esta postura el interlocutor no aparece ya como
oponente, sino como cooperador de enfrentar un problema.
Maliandi apela a una analogía muy ilustrativa entre los seres humanos, y
algunas criaturas de nuestro vecino reino animal. Distingue dos modos
defensivos y dos ofensivos. Maliandi concluye esta analogía, destacando: La liebre,
el erizo, el tigre y la araña llegan con frecuencia a “ganar” discusiones, pero
muy difícilmente promueven un avance de la razón...Aunque la razón, como tal,
es dialógica, los seres racionales mostramos a diario una portentosa
incapacidad para dialogar.
1.2
APORTES DEL PENSAMIENTO CRÍTICO
El nombre de pensamiento crítico, surgió a través de diversos programas
de “enseñar a pensar”. Este movimiento fue cuestionado desde distintas
posiciones teóricas sobre todo en relación con las primeras formulaciones. Sin
embargo, el movimiento evolucionó notablemente, podría sintetizarse en los
siguientes aspectos:
•Evolución desde una perspectiva monológica, que pone el
acento en el sujeto que evalúa la validez de su propia argumentación o de la
ajena, hacia una perspectiva dialógica y
dialéctica.
•Relacionado con este planteo de
dialogicidad, se aprecia una evolución desde una visión objetivista o neutra,
que plantea habilidades generales de pensamiento crítico, que plantea, por una
parte, el debate entre habilidades
generalizables vs. habilidades específicas de dominio. Deja abierto el camino para
la consideración de la intersubjetividad.
• Evolución desde una concepción
atomicista y taxonómica de las microhabilidades implicadas a una
integración de éstas en una concepción más global, a través de macrohabilidades.
• Evolución desde una perspectiva
estrictamente cognitiva a enfoques
que incluyen aspectos actitudinales,
plantea la necesidad de integrar en el concepto de pensamiento crítico no sólo
las micro y macrohabilidades intelectuales, sino también una serie de rasgos
mentales, denominados virtudes intelectuales que
transforman el pensamiento egocéntrico y
parcial en un pensamiento amplio e imparcial.
LAS
VIRTUDES INTELECTUALES
• Independencia intelectual:
Disposición y compromiso para el pensamiento autónomo.
•Curiosidad intelectual:
Disposición para preguntarse acerca del mundo y buscar explicaciones a las
discrepancias.
• Coraje intelectual:
Conciencia de la necesidad de reflexionar
sobre puntos de vista hacia los cuales tenemos fuertes emociones
negativas.
•
Humildad intelectual: Voluntad de reconocer lo que no
sabemos y nos habilita a considerar posturas distintas a las nuestras.
• Empatía intelectual:
Ponernos imaginativamente en el lugar de los demás para intentar entender sus
puntos de vista.
• Integridad
intelectual:
Reconocimiento de la necesidad de ser veraces
y consistentes; admitir honestamente las discrepancias entre nuestros
pensamientos y acciones.
• Confianza en la razón:
Confianza en que aprenderemos a pensar por nosotros mismos y a encontrar
soluciones a partir del diálogo y de razones dirimidas en la interacción.
• Imparcialidad: Conciencia de la necesidad de
considerar todos los puntos de vista sobre un problema.
1-3
APORTES DE LAS TEORÍAS DE LA ARGUMENTACIÓN
Los estudios sobre la argumentación se remontan a la antigüedad clásica
y tienen como referencia a Aristóteles, quien
impulsó las perspectivas retóricas y las perspectivas dialécticas.
Las primeras se inspiran fundamentalmente en la Retórica de Aristóteles y se re-actualizan en 1958 con el Tratado de la Argumentación.
Las perspectivas dialécticas se inspiran en los Tópicos y Refutaciones Sofísticas de Aristóteles y encuentran su
renacimiento en la obra de referencia Falacias de Hamblin (1970) y años más
tarde, en los aportes de Woods y Walton (1992).
Una visión que integra dos modos de abordaje del fenómeno argumentativo:
• La perspectiva retórica considera la argumentación como una
operación discursiva, a través de la cual un sujeto trata de provocar la
adhesión de otro a una tesis u opinión, a través de razones o argumentos.
• La perspectiva pragma-dialéctica concibe
la argumentación como una discusión crítica, cuyo propósito es contribuir a la
resolución de una diferencia de opinión Se focaliza la atención en la
interacción de interlocutores que buscan resolver un desacuerdo.
Los estudios más recientes ponen de manifiesto cuatro cuestiones
importantes para el avance de las teorizaciones:
• El intento de acercamiento entre perspectivas retóricas y dialécticas.
• El énfasis en la consideración de la argumentación desde una
perspectiva interaccionar.
• La necesidad de dar cuenta de
los factores emocionales, inherentes de la discusión argumentativa.
• La conveniencia de articular los estudios de argumentación con las
diferentes líneas de análisis del discurso.
Prueba de la primera cuestión es el avance en las conceptualizaciones
teóricas de la Pragmadialéctica, establecer un puente entre el ideal de
racionalidad de las perspectivas dialécticas y el ideal de eficacia de las
perspectivas retóricas, dando cuenta de procedimientos argumentativos tales
como la conciliatio. Prueba de las
otras cuestiones es la propuesta del Modelo dialogal de Plantón que apunta a
integrar la racionalidad y la emotividad involucradas en las interacciones
argumentativas, relativizando el planteamiento de las reglas de discusión
crítica y de sus respectivas violaciones.
PERSPECTIVA
RETÓRICA
La argumentación es una operación discursiva, a través de la cual un
sujeto trata por medio de su discurso de provocar, razonadamente, la adhesión
de otro en su postura o en su comportamiento a una tesis u opinión.
La fuerza ilocutiva la cual un sujeto trata de cambiar algo en el orden
de las ideas o las opiniones de los demás, mediante el uso de las palabras.
Si alguien intenta influir sobre las opiniones de otra persona, es
porque estima que esa persona es sensible a las razones. Sin embargo, conviene
distinguir:
• Una argumentación basada en el
razonamiento, las diversas tesis y argumentos que las apoyan son
planteados abiertamente por el argumentador para convencer a los destinatarios.
• Una argumentación persuasiva, no se discuten abiertamente puntos de
vista diversos formal, sino que opera sobre la voluntad, los sentimientos y las
pulsiones más elementales, con el objetivo de persuadir al
destinatario.
PERSPECTIVA
PRAGMA-DIALÉCTICA
La Pragma-dialéctica centra su atención en el aspecto dialógico, como
una discusión crítica cuyo propósito es contribuir a la resolución de una
diferencia de opinión o una disputa. Esta teoría postula diez reglas para el
desarrollo de una discusión crítica.
La teoría de los actos de habla de Austin y Searle valoran que, para el
estudio de la argumentación, es necesario hacer referencia a tres cuestiones
clave del estudio del lenguaje desde una perspectiva pragmática: el contexto de
uso, las intenciones de los interlocutores y los implícitos.
Esta teoría entonces busca encontrar un equilibrio entre una perspectiva
normativa y una descriptiva. Uno de los objetivos de este plantea-miento es desarrollar las herramientas para
determinar en qué grado una argumentación está de acuerdo con las normas de una
discusión razonable. Para ello, no abandona el criterio de consistencia lógica, sino que lo
complementa con el criterio de
consistencia pragmática, que permite evaluar la razonabilidad de los argumentos en función de los contextos de
interacción.
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